sábado, 22 de septiembre de 2018

Aprendizaje, ser uno contigo y con lo que te rodea

Cualquier proceso de aprendizaje exitoso, ya sea individual o inducido por otra
persona (educador) debe tener presente los componentes que se enumeran a
continuación.


Disfrutar el momento de aprendizaje ocurre cuando el cerebro libera serotonina
(hormona de la felicidad) y produce una distorsión del tiempo y el espacio. Las
horas no alcanzan para aprender o se pasan muy rápido y además cualquier lugar
es propicio para avanzar, aunque sea un pequeña parte, hacia el conocimiento.


Aprender significa descubrir algo nuevo, algo desconocido que al descubrirlo
poco a poco, conlleva a un gran placer. Las personas buscamos placer en
contraposición al dolor, pero el problema es que la exageración del placer deriva
en vicio y paradójicamente en dolor. Pero el placer que nace del acto de aprender
es absolutamente positivo e infinito. En todo proceso de aprendizaje existe una
conexión con las emociones, porque se aprende también a transitar sobre
estados emocionales distintos. Esos estados desencadenan o tracciones las
acciones necesarias para aprender.


El estado de flujo en el aprendizaje se logra con un dosis justa, es decir que debe
existir un reto (desafío) que no puede ser ni muy fácil ni imposible de afrontar.
Esta tensión mantiene el interés y la necesidad de una superación y
necesariamente conlleva a conquistar nuevos grados de libertad personal.
Lo aprendizaje individual se vuelve exponencial en el acto compartir con los
demás. Las conversaciones, reflexiones, preguntas, las ideas de los demás,
enriquecen a la persona que busca el conocimiento.

El aprendizaje verdadero, es decir el no forzado, es acto donde la persona debe
ser con si mismo y con lo que lo rodea.

www.zoem.com.ar



No hay comentarios:

Publicar un comentario