miércoles, 24 de agosto de 2016

El lado obscuro del estudiante contemporáneo. ¿Cómo actuar?

Por más que muchas veces los educadores pensamos que somos los responsables absolutos de la educación de los estudiantes esto no es así. Hay una responsabilidad mutua y ambos debemos poner buena voluntad y esfuerzo para que el ciclo de aprendizaje sea exitoso. Reconocer el lado obscuro del estudiante contemporáneo y cómo actuar facilitará el aprendizaje.


No podemos sorprendernos de lo que sucede en el ámbito educativo ni tampoco disociarnos de ello porque es un fiel reflejo de nuestra sociedad, de lo que somos y de las presiones en aumento que cargan los estudiantes. La necesidad de éxito, la falta de cuidado propio, de los demás y del planeta es el modelo que hemos creado y el molde de donde se forjan nuestros estudiantes.
La tecnología, por otro lado, genera cambios a una velocidad que los seres humanos no estamos acostumbrados a manejar e influyen (positiva y negativamente) en nuestras vidas. No podemos entender lo que sucede en la clase porque esperamos que esté alineado al modelo estricto que existía hace unos cuantos años atrás, donde el profesor era el dueño de la clase y los estudiantes le rendían tributo en silencio.
El modelo cambió, no importa si para bien o para mal, sólo cambió. Entonces los educadores debemos necesariamente cambiar y adaptarnos a los tiempos modernos. Esto no significa resignarse a ser maltratado y humillado sino a comprender que los alumnos son seres humanos con las mismas debilidades que uno mismo pero también con el mismo potencial.
Quien entienda las nuevas reglas del juego comprenderá que es posible generar cambios y educar con empatía. El camino no es fácil, pero para esto somos educadores. Entender el lado obscuro del estudiante y desplegar estrategias para actuar en cada caso es un camino a la educación innovadora.
· Furia: Insatisfacción consigo mismo por no poder ser quien quiere o lo que el mundo espera. Esto genera descargas de ira al educador y falta de respeto.
· Soberbia: Sensación de poder sobre el educador y sus propios compañeros de clase. Sentirse más importante que los demás, sentirse importante por saber más o tener más que otros.
· Vanidad: Necesidad de ser admirado y considerado por los demás miembros de la clase.
· Escases: Necesidad de acumular y no compartir.
· Aislamiento: Sentimiento de soledad porque nadie en clase puede entender su pensamiento.
· Instantaneidad: Necesidad de tener todo de forma instantánea que deriva en ansiedad. Tener la nota del examen ya, terminar ya de hacer la práctica, salir afuera ya, etc.
· Extremismo: Falta de reflexión para equilibrar el pensar, sentir y actuar en clase.
· Dominación: Manipular a los demás para obtener lo que se desea en clase.
· Pereza: Falta de interés por realizar las actividades educativas. Tratar de lograr los objetivos con el menor esfuerzo posible.
La estrategia: Primero que nada es fundamental como educador poder identificar y ser consciente de lo que sucede en cada caso. Esto permitirá actuar con serenidad y sabiduría para comprender que todo conflicto es una oportunidad de cambio (Leer artículo) para el alumno y también el educador.
· Acompañar al estudiante y comprenderlo es un proceso que requiere templanza y dedicación, porque es necesario ver más allá del conflicto.
· No se puede ser excesivamente duro pero se debe demostrar firmeza, transitar este camino medio es la clave para superar el problema.
· El diálogo es el medio, pero se debe comprender que todo se debe realizar en tiempo y forma.
· Para ambos, hay que comprender que no es posible avanzar más allá de los límites institucionales, de la clase y la relación.
· Para el educador es una oportunidad para dar ser un ejemplo.
https://www.facebook.com/notes/zoem-innovación-educativa/

No hay comentarios:

Publicar un comentario